El Gobierno de España, a través de los ministerios de Ciencia y de Vivienda, ha iniciado conversaciones con las universidades públicas para desarrollar un plan de creación de alojamientos asequibles. Esta medida busca hacer frente a los elevados precios del alquiler, que se han convertido en una barrera para el acceso a la educación superior, especialmente para estudiantes de carreras como Medicina que necesitan trasladarse a otras ciudades.
Durante una reunión de trabajo, las ministras Diana Morant e Isabel Rodríguez destacaron la urgencia de garantizar el derecho a la vivienda para la comunidad educativa y propusieron que las propias universidades actúen como promotoras de residencias estudiantiles utilizando suelo y financiación pública.
Puntos Clave
- El Gobierno se reunió con universidades públicas para abordar la escasez de vivienda estudiantil asequible.
 - Los altos precios del alquiler limitan la movilidad, ya que solo el 17,5% de los estudiantes cursa sus estudios fuera de su comunidad autónoma.
 - La propuesta incluye el uso de suelo público y financiación estatal para que las universidades construyan residencias.
 - Ciudades como Madrid y Barcelona presentan los alquileres más caros, superando los 22 euros por metro cuadrado.
 
Una iniciativa para garantizar el acceso a la universidad
El encarecimiento del mercado inmobiliario en España ha generado un obstáculo significativo para miles de jóvenes que desean cursar estudios universitarios lejos de su lugar de origen. En respuesta a esta situación, la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, y la ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, han mantenido un encuentro con representantes de las universidades públicas españolas para impulsar soluciones conjuntas.
El objetivo principal de la reunión fue establecer una hoja de ruta para la creación de una red de alojamientos para estudiantes, personal docente e investigadores. Ambas ministras subrayaron el compromiso del Gobierno para que la vivienda no sea un impedimento en el desarrollo académico y profesional de los jóvenes.
El papel de las universidades como promotoras
Diana Morant animó a las instituciones académicas a asumir un rol activo en este proceso, convirtiéndose en promotoras de residencias accesibles. Según la ministra de Ciencia, esta estrategia es fundamental para evitar que el acceso a la educación superior pública quede restringido a las familias con mayor poder adquisitivo.
"Tenemos que hacer políticas públicas con la convicción de abordar esta situación, o el acceso a la universidad pública estará bloqueado para familias y jóvenes que no pueden permitirse una residencia", advirtió Morant durante el encuentro.
La propuesta se centra en aprovechar los recursos existentes, como el suelo público disponible, y combinarlo con financiación estatal para agilizar la construcción de estas infraestructuras.
El alto coste del alquiler limita la movilidad estudiantil
Las cifras actuales reflejan la magnitud del problema. El precio medio del metro cuadrado en España se sitúa en 14,5 euros, lo que eleva el coste de un piso de 70 metros cuadrados a más de 1.000 euros mensuales. Esta situación se agrava en los grandes núcleos urbanos, que concentran una parte importante de la oferta universitaria.
Precios del alquiler en ciudades universitarias
Según datos del portal Idealista, los precios por metro cuadrado en las principales ciudades son:
- Barcelona: 23,1 €/m²
 - Madrid: 22,2 €/m²
 - Palma de Mallorca: 18,1 €/m²
 - Sevilla: 12,7 €/m²
 
Estos costes tienen un impacto directo en la capacidad de los estudiantes para elegir dónde formarse. De acuerdo con la Secretaría General de Universidades, solo un 17,5% del alumnado cursó sus estudios en una comunidad autónoma distinta a la suya o en el extranjero durante el último año académico. La gran mayoría opta por permanecer en su provincia para evitar el elevado gasto que supone la vivienda.
La dificultad de emancipación juvenil
La ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez, relacionó esta problemática con la tardía edad de emancipación de los jóvenes en España. Defendió que facilitar el acceso a una vivienda digna durante la etapa universitaria es un paso crucial para fomentar su autonomía y desarrollo personal.
Rodríguez ofreció la colaboración de su ministerio para crear un plan de prospección junto a universidades, comunidades autónomas y ayuntamientos. El fin es identificar suelos públicos aptos para desarrollar proyectos de vivienda asequible destinados a la comunidad universitaria y científica.
Contexto: La vivienda como factor determinante
La elección de una carrera y una universidad está cada vez más condicionada por factores económicos. Estudiantes de grados exigentes como Medicina a menudo deben competir por plazas en centros con notas de corte muy altas, que no siempre se encuentran en su ciudad de origen. La necesidad de mudarse, sumada al coste de vida, obliga a muchos a depender de becas o del apoyo familiar, cuando es posible.
Un plan de colaboración a tres bandas
La solución propuesta por el Gobierno no depende únicamente del ejecutivo central. Se plantea como una estrategia coordinada entre el Ministerio de Vivienda, el de Universidades y las propias instituciones educativas, con el apoyo de las administraciones locales y autonómicas.
La colaboración se centrará en dos ejes principales:
- Identificación y cesión de suelo: Los ayuntamientos y comunidades autónomas jugarán un papel clave en la localización de terrenos públicos que puedan destinarse a la construcción de residencias.
 - Modelos de financiación: Se explorarán vías de financiación pública y público-privada para que los proyectos sean viables económicamente y garanticen precios de alquiler por debajo del mercado.
 
Este plan busca no solo aliviar la presión económica sobre los estudiantes y sus familias, sino también dinamizar el entorno universitario y fomentar una mayor movilidad académica. Según el Gobierno, garantizar un acceso equitativo a la educación superior es una inversión estratégica para el futuro del país.
Mientras que ciudades como Madrid, Barcelona o Málaga presentan enormes desafíos para encontrar alojamiento por menos de 1.200 euros mensuales, otras como Ciudad Real ofrecen alternativas más económicas, con alquileres que parten de los 346 euros. Esta disparidad refuerza la necesidad de políticas públicas que corrijan los desequilibrios territoriales y aseguren la igualdad de oportunidades para todos los estudiantes.




