Un nuevo informe revela que un porcentaje significativo de la población, especialmente los jóvenes, confía en las redes sociales para informarse sobre tratamientos estéticos, casi al mismo nivel que en los profesionales médicos. Esta tendencia genera preocupación en el sector sanitario debido al aumento del intrusismo laboral y los riesgos para la salud.
Puntos Clave
- El 30% de los ciudadanos se informa sobre tratamientos estéticos a través de redes sociales.
 - Solo el 36% confía más en médicos, esteticistas y farmacéuticos.
 - Los menores de 35 años son los más influenciados por plataformas como TikTok e Instagram.
 - El intrusismo laboral en medicina estética ha aumentado un 20% en 2024.
 - El ácido hialurónico es uno de los retoques más demandados.
 
La creciente influencia de las redes sociales
La medicina estética observa una transformación en la forma en que las personas buscan información sobre tratamientos. Datos recientes muestran una dependencia considerable de las plataformas digitales. Aproximadamente el 30% de los ciudadanos recurre a las redes sociales antes de someterse a un procedimiento estético, ya sea un retoque o una cirugía. En contraste, solo el 36% confía más en la opinión de médicos, esteticistas y farmacéuticos.
Esta brecha de confianza es mínima, lo que indica un cambio en los patrones de consulta. Un 25% adicional se basa en las experiencias y consejos de amigos, familiares o conocidos. Este panorama resalta la importancia de las opiniones personales y el contenido generado por usuarios en la toma de decisiones estéticas.
Dato Relevante
Casi la mitad de los usuarios jóvenes de TikTok e Instagram (menores de 35 años) ha comprado productos recomendados por influencers, frente al 22% de la media general de todas las edades.
Cambio en el perfil del paciente y tratamientos populares
El informe de la piel, elaborado por Teoxane (laboratorio suizo de estética) e Ipsos (consultora de datos), confirma que el ácido hialurónico es uno de los retoques estéticos más solicitados. Esta tendencia es corroborada por los profesionales médicos, quienes afirman que la demanda de procedimientos estéticos se ha disparado en los últimos cinco años, en gran parte debido a la influencia de las redes sociales.
Este aumento se concentra principalmente en los menores de 35 años, quienes son los usuarios más activos de estas plataformas. La Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) ha observado un cambio significativo en el perfil del paciente. Ahora, la clientela es considerablemente más joven.
"Hay mucha demanda de modificación de rasgos, retoques en labios, pómulos y nariz. Ya no hacemos tantos tratamientos estéticos relacionados con el envejecimiento que era lo más habitual que solíamos tener", explica Petra Vega, directora Médica de Clínica Vega en Barcelona y miembro de la SEME.
Esta declaración subraya un cambio de enfoque en la medicina estética, pasando de la corrección del envejecimiento a la mejora y modificación de rasgos en pacientes más jóvenes.
Riesgos del intrusismo y la desinformación
La SEME ha expresado su profunda preocupación por las consecuencias de la desinformación en línea. Las redes sociales, si bien ofrecen un acceso fácil a la información, carecen de los mecanismos de verificación necesarios para garantizar la fiabilidad de los datos.
"En las redes no se puede verificar la información, vierten todo tipo de datos. No ofrecen las consecuencias que tienen ciertos tratamientos. Además, hay productos que no son aptos para todo tipo de pieles", reflexiona la doctora Vega. Esta falta de rigor puede llevar a decisiones perjudiciales para la salud de los pacientes.
Contexto Importante
El intrusismo laboral en la medicina estética ha experimentado un aumento alarmante, con un incremento del 20% en lo que va de 2024. Este problema se agrava por la proliferación de tratamientos realizados por personas sin la titulación médica adecuada, lo que conlleva riesgos significativos para los pacientes.
La doctora Vega enfatiza la importancia de contrastar la información siempre con fuentes fiables. Muchos pacientes acuden a clínicas con efectos adversos severos, causados por tratamientos realizados por individuos sin la cualificación profesional necesaria. Esto representa un desafío creciente para los profesionales de la salud.
Promoción irresponsable y sus efectos
Otro problema grave en la medicina estética es el uso de figuras públicas para promocionar tratamientos y cirugías. La SEME denuncia que muchas clínicas se saltan los códigos deontológicos y las especificaciones técnicas de los productos. Un ejemplo es la administración de cantidades excesivas de ácido hialurónico en áreas donde no es recomendable.
"Hay que pensar que toda esta gente está pagada con un fin: promocionar ese tratamiento. No ofrecen mucha credibilidad", aclara la doctora Vega. Ella ha atendido a varios pacientes que llegaron "totalmente destrozados" de este tipo de clínicas, donde se sometían a tratamientos dañinos solo por la publicidad.
- Riesgos para la salud: La elección de clínicas no cualificadas puede provocar efectos adversos graves.
 - Reacciones a medicamentos: Un producto mal administrado o en un momento inadecuado puede reactivar patologías preexistentes.
 - Alteración de la salud: Sin una evaluación médica completa, la salud del paciente puede verse seriamente comprometida.
 
La especialista advierte sobre lo perjudicial que resulta para la salud optar por cirugías en clínicas que priorizan la publicidad sobre la ética médica. "Puedes alterar la salud de esa persona si no tienes en cuenta toda una serie de cosas en cada tratamiento que vas a realizar", concluye Petra Vega. La seguridad del paciente debe ser siempre la máxima prioridad en cualquier procedimiento estético.




