Una innovadora tecnología ha permitido que un grupo de pacientes con ceguera legal recuperen la capacidad de leer, ofreciendo una nueva esperanza para personas con una forma avanzada de degeneración macular. Un microchip implantado en el ojo, combinado con unas gafas especiales, está demostrando resultados que los propios cirujanos califican como "asombrosos".
El procedimiento, parte de un ensayo clínico internacional, se ha realizado en cinco pacientes en el Moorfields Eye Hospital de Londres. Los participantes, que habían perdido su visión central, ahora pueden realizar tareas cotidianas como leer correos, libros y hasta resolver crucigramas, actividades que daban por perdidas para siempre.
Puntos Clave
- Un nuevo microchip implantado bajo la retina ha restaurado la visión funcional en pacientes con atrofia geográfica.
- El sistema utiliza unas gafas con cámara que transmiten imágenes al implante y luego al cerebro.
- En un ensayo clínico con 32 pacientes, 27 recuperaron la capacidad de leer letras y palabras.
- La tecnología podría beneficiar a cientos de miles de personas afectadas por la degeneración macular seca.
Una nueva ventana al mundo
La tecnología se centra en tratar la atrofia geográfica (AG), una forma severa de degeneración macular seca relacionada con la edad (DMAE). Esta condición daña progresivamente una pequeña área de la retina, lo que provoca la pérdida de la visión central, crucial para leer, reconocer rostros y ver detalles finos.
El procedimiento implica la inserción quirúrgica de un diminuto microchip fotovoltaico, de apenas 2 milímetros cuadrados y con el grosor de un cabello humano, debajo de la retina del paciente. Este implante, conocido como Prima y desarrollado por la empresa Science Corporation, funciona en conjunto con un sistema externo.
Los pacientes deben usar unas gafas especiales equipadas con una cámara de vídeo. Esta cámara captura el entorno y envía las imágenes mediante un haz de luz infrarroja al microchip en el ojo. El implante convierte estas señales de luz en señales eléctricas que estimulan las células nerviosas de la retina. Finalmente, el nervio óptico transmite esta información al cerebro, que aprende a interpretarla como una imagen visual.
¿Qué es la Atrofia Geográfica?
La atrofia geográfica es la etapa final de la degeneración macular seca relacionada con la edad. En esta fase, las células de la retina responsables de la visión central mueren, creando un punto ciego que se expande con el tiempo. Afecta principalmente a personas mayores y hasta ahora no tenía un tratamiento efectivo para restaurar la visión perdida.
Resultados que cambian vidas
El ensayo clínico internacional, cuyos resultados fueron publicados en el New England Journal of Medicine, incluyó a 38 pacientes de cinco países europeos. De los 32 que recibieron el implante, 27 lograron volver a leer utilizando su visión central, un hito significativo para personas que antes no podían distinguir ni las letras más grandes.
Mahi Muqit, cirujano oftalmólogo consultor en el Moorfields Eye Hospital y líder del ensayo en el Reino Unido, describió la tecnología como "pionera y revolucionaria".
"Este es el primer implante que ha demostrado dar a los pacientes una visión significativa que pueden usar en su vida diaria, como leer o escribir", afirmó Muqit.
Después de un año con el dispositivo, los pacientes mostraron una mejora notable, siendo capaces de leer, en promedio, 25 letras o cinco líneas más en una tabla optométrica estándar. Este avance representa la diferencia entre la dependencia total y una nueva autonomía.
El testimonio de Sheila Irvine
Sheila Irvine, una mujer de 70 años registrada como ciega, es una de las pacientes que ha experimentado esta transformación. Comenzó a perder su visión central hace más de 30 años y describe su vida anterior como si tuviera "dos discos negros en cada ojo".
Tras recibir el implante hace unos tres años, su progreso ha sido extraordinario. "Es algo de otro mundo", comentó. "Puedo leer mi correo, libros, y hacer crucigramas y Sudoku. Es hermoso, maravilloso. Me da tanto placer".
El proceso no es automático y requiere un gran esfuerzo. Sheila debe pasar meses entrenando su cerebro para interpretar las imágenes que recibe del implante. Para leer, necesita concentrarse intensamente y mantener la cabeza muy quieta, ya que la cámara enfoca solo una o dos letras a la vez. A pesar de los desafíos, el resultado ha superado todas sus expectativas.
- Tamaño: 2 mm cuadrados.
- Grosor: Similar al de un cabello humano.
- Función: Convierte la luz infrarroja de las gafas en señales eléctricas para el cerebro.
- Efectividad: 27 de 32 pacientes en el ensayo recuperaron la capacidad de lectura.
El camino hacia la disponibilidad general
A pesar de los resultados prometedores, el implante Prima aún se encuentra en fase de ensayo clínico y no está autorizado para su uso generalizado. Todavía no se ha determinado cuál sería su costo si llega al mercado.
El proceso de adaptación también es un factor importante. Los pacientes no solo reciben el implante, sino que inician un largo período de rehabilitación para aprender a "ver" de nuevo con esta tecnología. Sheila Irvine, por ejemplo, no utiliza el dispositivo para moverse al aire libre, ya que requiere demasiada concentración, y prefiere usarlo en casa para sus actividades de lectura.
No obstante, el equipo médico es optimista. El Dr. Muqit espera que, si los ensayos continúan siendo exitosos, la tecnología pueda estar disponible para algunos pacientes del Servicio Nacional de Salud (NHS) del Reino Unido "dentro de unos pocos años".
Para las miles de personas que viven con atrofia geográfica, este avance no es solo un logro científico, sino una luz de esperanza para recuperar una parte fundamental de sus vidas que creían perdida para siempre.




