Un paro indígena de 12 días en Otavalo ha generado importantes restricciones en la movilidad de los ciudadanos, afectando directamente el acceso a servicios de salud y el funcionamiento del comercio local. Las vías bloqueadas impiden el paso de vehículos, incluyendo ambulancias, y obligan a los residentes a buscar alternativas de transporte, como caminar o usar motocicletas.
La situación ha reducido la afluencia de pacientes en el hospital San Luis y los centros de salud, aunque también ha disminuido los tiempos de espera para aquellos que logran llegar. Sin embargo, la interrupción del acceso a personal médico y la caída drástica en las ventas de negocios cercanos evidencian el impacto negativo en la vida cotidiana de la comunidad.
Puntos Clave
- El paro indígena en Otavalo, que lleva 12 días, limita severamente la movilidad.
 - Ambulancias y pacientes enfrentan dificultades para llegar a centros de salud.
 - La afluencia de pacientes en el hospital San Luis ha disminuido, reduciendo los tiempos de espera.
 - El abastecimiento de oxígeno al hospital fue asegurado tras un acuerdo.
 - Negocios locales, como farmacias y laboratorios, reportan caídas de ventas de hasta el 70%.
 
Impacto en la Movilidad y Atención Médica
El viernes 3 de octubre de 2025, una ambulancia no pudo ingresar a Otavalo debido al cierre de vías en el sector de Ilumán, a 6,5 kilómetros al norte del cantón. Este incidente subraya una de las principales consecuencias del paro: la restricción de la movilidad para vehículos esenciales.
Los bloqueos viales han complicado el acceso al hospital San Luis y a los centros de salud del cantón. Muchos habitantes se ven obligados a caminar largas distancias o a utilizar medios de transporte alternativos y a menudo arriesgados, como motos y bicicletas, para llegar a sus citas médicas o entregar muestras.
Dato Importante
El paro ha reducido la cantidad de usuarios en el hospital San Luis, lo que paradójicamente ha disminuido los tiempos de espera para los pacientes que logran acceder a las instalaciones.
Experiencias de Pacientes Afectados
María del Carmen Encalada, de 63 años, experimentó estas dificultades de primera mano. El jueves 2 de octubre, tuvo que caminar desde el barrio San Juan hasta el hospital para entregar muestras y someterse a un examen de sangre. El trayecto le tomó 20 minutos a pie.
"La atención fue más rápida esta vez. Esperé solo 30 minutos. Hace dos semanas, antes del paro, acompañé a mi esposo y esperamos dos horas en fila. Había unas 60 personas antes que nosotros", relató Encalada, destacando la inusual rapidez del servicio en medio de la crisis.
Otro caso es el de Marjorie Peralta, de 31 años y con cuatro semanas de embarazo. Ella acudió al hospital el martes 23 y el jueves 25 de septiembre para atención general y ginecológica. Su cita inicial tuvo que ser reagendada porque el médico no pudo llegar debido a los bloqueos en las carreteras.
Peralta, quien reside en Santiaguillo, pidió a su esposo que la llevara en moto. El recorrido duró 15 minutos. A pesar del riesgo que implicaba el transporte, ella también notó una reducción en el tiempo de espera, que fue menor a las dos horas habituales.
Abastecimiento de Insumos Médicos Esenciales
Una de las preocupaciones principales durante cualquier paralización es el suministro de insumos vitales. El hospital San Luis de Otavalo informó a través de sus redes sociales que los cilindros de oxígeno pudieron ingresar el 2 de octubre. Este logro fue el resultado de un acuerdo entre las autoridades de salud y los líderes comunitarios.
La vicepresidenta María José Pinto había solicitado formalmente el establecimiento de un corredor humanitario. Esta medida fue crucial para asegurar el traslado de este insumo médico indispensable, garantizando que el hospital pudiera continuar brindando atención a pacientes que requieren soporte respiratorio.
Contexto del Paro
El paro indígena, que ya se extiende por 12 días, es una forma de protesta social que implica el cierre de vías y otras acciones para presionar por demandas específicas. Aunque estas movilizaciones buscan visibilizar problemas, a menudo generan efectos secundarios no deseados en la población civil, como la limitación del acceso a servicios básicos.
Impacto Económico en Negocios Locales
Los efectos del paro no se limitan al sector de la salud. Los negocios ubicados en las proximidades del hospital también han sufrido importantes consecuencias económicas. Aunque farmacias y laboratorios tienen permitido abrir, la venta de medicamentos y productos de consumo ha caído drásticamente.
Marcos Castillo, administrador de Farmareds, afirmó que el paro ha provocado una reducción del 70% en las ventas. Explicó que muchos médicos no están trabajando y, por lo tanto, no emiten recetas, lo que directamente afecta la demanda de medicamentos. Aunque no hay desabastecimiento de fármacos, la reposición de artículos de consumo masivo que provienen de Quito se ha vuelto problemática.
- Ventas de Farmareds: Reducción del 70% debido a la falta de recetas médicas.
 - Personal: Cuatro empleados que residen en la ciudad pueden asistir a sus labores.
 - Abastecimiento: No hay escasez de fármacos, pero sí problemas para reponer productos de consumo masivo.
 
Laboratorios y Amenazas a Empleados
Evelyn Mendoza, quien trabaja en un laboratorio clínico en el mismo sector, reportó una situación similar. La afluencia de clientes en su laboratorio también se redujo en un 70%. El horario de atención se ha acortado significativamente, cerrando a las 14:00, cuando normalmente operaba hasta las 19:00.
La propietaria del laboratorio no ha podido llegar a su lugar de trabajo porque reside en la parroquia Quichinche, lo que deja a Mendoza a cargo de la operación en solitario. La situación se ha vuelto tensa, ya que Mendoza denunció haber recibido amenazas. Le han advertido con colocar cemento en las puertas o atarlas con alambre si no acataba el cierre.
Estadísticas de Negocios
Una farmacia de la zona, que en un día normal vendía más de 200 dólares, ahora tiene un promedio diario de ventas entre 100 y 150 dólares, lo que representa una caída de entre el 25% y el 50% en sus ingresos.
La situación en Otavalo ilustra cómo las movilizaciones sociales, aunque buscan generar cambios, pueden tener efectos secundarios complejos y desafiantes para la salud pública y la economía local, impactando directamente la vida de miles de ciudadanos.




