El Hospital Regional de Málaga se ha consolidado como un centro de referencia en la lucha contra el cáncer al haber tratado a 45 pacientes con una innovadora terapia de células reprogramadas, conocida como CAR-T. Este tratamiento avanzado utiliza el propio sistema inmunitario del paciente para combatir ciertos tipos de cánceres de la sangre.
Este hito posiciona al centro sanitario andaluz a la vanguardia de la medicina de precisión en España y representa una nueva esperanza para pacientes con linfomas y leucemias que no han respondido a los tratamientos convencionales. La implementación de esta terapia compleja requiere una alta especialización y recursos tecnológicos avanzados.
Puntos Clave
- El Hospital Regional de Málaga ha administrado la terapia CAR-T a 45 pacientes con cánceres hematológicos.
 - La terapia consiste en modificar genéticamente las células T del propio paciente para que ataquen a las células cancerosas.
 - Este tratamiento está indicado para pacientes con ciertos tipos de linfoma y leucemia que son resistentes a otras terapias.
 - Málaga es uno de los pocos centros autorizados en Andalucía para aplicar esta técnica avanzada, consolidando su papel en la sanidad pública.
 
¿Qué es la terapia CAR-T y cómo funciona?
La terapia con células T con receptor de antígeno quimérico, más conocida como CAR-T, es una forma de inmunoterapia personalizada que representa una revolución en el tratamiento oncológico. A diferencia de la quimioterapia o la radioterapia, no ataca directamente al tumor, sino que potencia la capacidad del sistema inmunitario para que sea él quien elimine el cáncer.
El proceso es complejo y se desarrolla en varias fases. Primero, se extraen los linfocitos T, un tipo de glóbulo blanco, de la sangre del paciente. Estas células son la primera línea de defensa del cuerpo.
Posteriormente, en un laboratorio altamente especializado, estas células se modifican genéticamente. Se les introduce un gen que codifica un receptor artificial (el CAR) en su superficie. Este nuevo receptor está diseñado para reconocer y unirse a una proteína específica que se encuentra en la superficie de las células cancerosas del paciente.
Una vez reprogramadas, estas células T modificadas se multiplican hasta alcanzar millones. Finalmente, se infunden de nuevo en el torrente sanguíneo del paciente, donde actúan como un "medicamento vivo", buscando y destruyendo activamente las células tumorales en todo el cuerpo.
El programa del Hospital Regional de Málaga en cifras
Desde que el Hospital Regional de Málaga recibió la autorización para administrar estas terapias avanzadas, ha atendido a un total de 45 personas. Este número es significativo, ya que refleja la consolidación de un programa que requiere una infraestructura y un equipo multidisciplinar de alta cualificación.
El equipo involucrado incluye hematólogos, inmunólogos, farmacéuticos, personal de enfermería especializado y expertos en medicina intensiva, todos coordinados para garantizar la seguridad y eficacia del tratamiento.
Pacientes beneficiados
La mayoría de los 45 pacientes tratados en Málaga padecían linfoma B difuso de célula grande, linfoma de células del manto o leucemia linfoblástica aguda. Estos son cánceres hematológicos agresivos que, en muchos casos, habían dejado de responder a los tratamientos estándar como la quimioterapia y el trasplante de médula ósea.
La terapia CAR-T ofrece una nueva oportunidad a este perfil de pacientes, con tasas de respuesta que han demostrado ser muy prometedoras a nivel mundial. El hecho de que un hospital público ofrezca este acceso subraya el compromiso del sistema sanitario con la innovación.
Un hito para la sanidad pública andaluza
La capacidad de administrar terapias CAR-T sitúa a la sanidad andaluza y, en concreto, a Málaga, en la élite de la oncología nacional e internacional. La designación del Hospital Regional como centro de referencia por parte del Ministerio de Sanidad no fue casual, sino el resultado de años de trabajo y excelencia en el campo de la hematología y la terapia celular.
El camino hacia la acreditación
Para poder ofrecer la terapia CAR-T, un hospital debe cumplir con unos requisitos muy estrictos de calidad y seguridad. Esto incluye contar con unidades de aféresis, laboratorios de terapia celular, unidades de hospitalización especializadas y acceso a cuidados intensivos. El Hospital de Málaga superó con éxito este proceso de acreditación, lo que le permite no solo tratar a pacientes de su área, sino también recibir derivaciones de otras provincias.
Este avance es fundamental para la equidad en el acceso a la salud. Gracias a programas como este, los pacientes andaluces pueden recibir uno de los tratamientos más avanzados del mundo sin necesidad de desplazarse fuera de su comunidad autónoma, lo que reduce la carga económica y emocional para ellos y sus familias.
El futuro de las terapias celulares contra el cáncer
El éxito del tratamiento en estos 45 pacientes es solo el comienzo. La investigación en el campo de las terapias celulares avanza a un ritmo vertiginoso, y los científicos ya están trabajando en nuevas aplicaciones de la tecnología CAR-T.
Las futuras líneas de investigación se centran en varios objetivos:
- Ampliar su uso a otros tipos de cáncer: Actualmente, la terapia CAR-T es más efectiva en cánceres de la sangre. El gran reto es adaptarla para que funcione en tumores sólidos, como los de pulmón, mama o colon.
 - Reducir los efectos secundarios: Aunque es muy efectiva, la terapia puede provocar efectos secundarios importantes, como el síndrome de liberación de citoquinas o la neurotoxicidad. Se buscan formas de hacerla más segura.
 - Mejorar la accesibilidad: Los costes de producción de las células CAR-T son muy elevados. Se está investigando para simplificar y abaratar el proceso, permitiendo que más pacientes puedan beneficiarse de ella.
 
El Hospital Regional de Málaga no solo aplica estas terapias, sino que también participa activamente en la investigación clínica, contribuyendo al desarrollo de la medicina del futuro. El programa CAR-T es un claro ejemplo de cómo la inversión en ciencia y sanidad pública se traduce directamente en una mejora de la calidad de vida y la supervivencia de los pacientes con cáncer.



