Canadá ha perdido oficialmente su estatus de eliminación del sarampión, una distinción que mantenía desde 1998. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) notificó a la Agencia de Salud Pública de Canadá que el país ya no cumple con los criterios de eliminación, lo que implica que la región de las Américas en su conjunto también ha perdido esta categorización. Este revés se atribuye a un período de 12 meses consecutivos de transmisión del virus, impulsado principalmente por la disminución de las tasas de vacunación en ciertas comunidades.
Puntos Clave
- Canadá perdió su estatus de eliminación del sarampión después de 12 meses de transmisión.
- La región de las Américas también ha perdido su estatus de eliminación.
- La disminución de las tasas de vacunación es el factor principal detrás de este retroceso.
- Estados Unidos y México podrían seguir el mismo camino si no se detiene la transmisión sostenida.
- El riesgo para la población general sigue siendo bajo debido a la alta inmunidad existente.
Un revés para la salud pública canadiense
La noticia de la pérdida del estatus de eliminación del sarampión en Canadá marca un momento significativo para la salud pública. Canadá había logrado esta distinción en 1998, dos años antes que Estados Unidos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que Canadá ha registrado este año más casos de sarampión que cualquier otro país occidental.
Jarbas Barbosa, director de la OPS, destacó que esta pérdida representa un revés, pero también es reversible. La situación en Canadá refleja un patrón preocupante que se está observando en otras naciones desarrolladas, incluida Estados Unidos, donde los brotes de sarampión han alcanzado niveles no vistos en décadas.
Dato Relevante
Un país pierde su estatus de eliminación del sarampión cuando experimenta 12 meses consecutivos de transmisión del virus.
Factores detrás de la pérdida: la importancia de la vacunación
La principal causa de este retroceso es la reducción de las tasas de vacunación. Las autoridades sanitarias enfatizan que una tasa de vacunación del 95% es crucial para establecer la inmunidad colectiva y prevenir la propagación del sarampión. Sin embargo, estas tasas han disminuido en varias regiones.
Según la OMS, el 79% de los canadienses había recibido un esquema completo de la vacuna contra el sarampión en 2024. Aunque esta tasa sigue siendo alta, la cobertura es inconsistente en todo el país. Existen focos de comunidades con bajas tasas de vacunación, lo que crea vulnerabilidades.
"Los factores que llevaron a que Canadá perdiera su estatus de eliminación del sarampión son exactamente los mismos que están llevando a Estados Unidos", afirmó Isaac Bogoch, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital General de Toronto.
Comunidades no vacunadas: un punto débil
Un ejemplo claro de estas vulnerabilidades se observa en una comunidad menonita en el suroeste de Ontario. Cuando casos importados llegan a estas comunidades con bajas tasas de vacunación, el virus se propaga rápidamente. Este patrón es similar a lo ocurrido en Texas, donde un brote de sarampión se extendió desde una comunidad menonita en el condado de Gaines.
La movilidad humana sin precedentes facilita que los casos importados lleguen a estas comunidades, donde el virus encuentra un terreno fértil para su propagación.
La situación en Estados Unidos y las Américas
Estados Unidos también se encuentra al borde de perder su estatus de eliminación del sarampión. Este año, el país ha registrado más de 1.700 casos confirmados. Si la transmisión sostenida no se detiene antes del 20 de enero de 2026, Estados Unidos perderá esta distinción. México también podría seguir este camino, ya que ha experimentado una transmisión sostenida desde el 1 de febrero de 2025.
La pérdida del estatus de eliminación para la región de las Américas en su conjunto subraya la seriedad de la situación. Esto implica que la transmisión endógena del sarampión ha vuelto a establecerse en la región.
Contexto Histórico
La región de las Américas fue la primera en el mundo en ser declarada libre de sarampión en 2016, un logro histórico que ahora se ve comprometido.
Un problema de financiación y confianza
Expertos como Andy Pavia, profesor de enfermedades infecciosas pediátricas en la Universidad de Utah, consideran "muy probable" que Estados Unidos pierda su estatus. Pavia lamenta que Estados Unidos no haya abordado mejor la caída de las tasas de vacunación y la restauración de la confianza en las inmunizaciones. También señala la disminución de la financiación estatal y local para la salud pública, junto con despidos en los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La OPS ha aclarado que la pérdida del estatus no tiene consecuencias formales directas, pero sí "graves impactos en la salud y la sociedad, incluyendo muertes evitables entre poblaciones vulnerables".
Mirando hacia el futuro: reversibilidad y desafíos
A pesar del revés, la situación es reversible. La Agencia de Salud Pública de Canadá ya está trabajando para restablecer su estatus de eliminación. Para lograrlo, será fundamental aumentar las tasas de inmunización y mejorar la capacidad de respuesta ante los brotes.
Isaac Bogoch señala que, aunque Canadá tuvo un brote grande, los casos actuales están "muy controlados". El brote de Ontario ha terminado y el de Alberta está prácticamente finalizado. Sin embargo, desde un punto de vista técnico, la transmisión continua durante más de un año llevó a la pérdida del estatus.
Eficacia de la Vacuna
Un esquema completo de dos dosis de la vacuna contra el sarampión, paperas y rubéola (SPR) es 93% eficaz para prevenir infecciones por sarampión.
El camino a seguir para Estados Unidos
Si Estados Unidos pierde su estatus, será necesario un aumento significativo en las tasas de inmunización. Pavia enfatiza que esto probablemente requerirá un mejor apoyo del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y la capacidad de intervenir y contener los brotes rápidamente. Esto implica restaurar la financiación a los departamentos de salud estatales y locales y fortalecer la capacidad de los CDC para brindar asistencia.
El Reino Unido, otro país desarrollado, perdió su estatus de eliminación en 2019 antes de recuperarlo en 2021, demostrando que la recuperación es posible con esfuerzos concertados.
El riesgo para la población general sigue siendo bajo, ya que la mayoría de las personas tienen inmunidad gracias a las vacunas o a haber contraído la enfermedad en el pasado. Sin embargo, la pérdida de este estatus "daña" la reputación internacional de Canadá como un país de altos ingresos con un sistema de salud pública robusto, según Bogoch.
La situación actual sirve como un recordatorio crítico de la importancia de mantener altas tasas de vacunación y fortalecer la infraestructura de salud pública para protegerse contra enfermedades prevenibles.




