Rafa Zafra, un médico español de 24 años, ha decidido no presentarse al examen MIR en España y, en su lugar, se trasladará a Berlín para iniciar su formación como especialista. La decisión se basa en una combinación de factores, donde destacan un salario base inicial cercano a los 5.800 euros mensuales en Alemania y un sistema de especialización que considera más flexible y adaptado a sus aspiraciones profesionales.
Puntos Clave
- Diferencia Salarial: Un residente de primer año en Alemania puede ganar un sueldo base de casi 6.000 euros, frente a los 1.300-1.800 euros brutos en España antes de guardias.
 - Flexibilidad del Sistema: El modelo alemán permite cambiar de hospital o incluso ajustar la especialidad sin necesidad de repetir un examen nacional, reconociendo la experiencia acumulada.
 - Método de Evaluación: La especialización en Alemania culmina con un examen oral y clínico ante un tribunal, en contraste con el examen tipo test del MIR en España.
 - Motivaciones Personales: El interés por los idiomas y el deseo de vivir en una ciudad como Berlín también influyeron en su decisión.
 
La brecha salarial un factor determinante
La principal razón que ha impulsado a Rafa Zafra a elegir Alemania es la notable diferencia en la remuneración. Mientras que en España el sueldo base de un residente de primer año (R1) se sitúa entre 1.300 y 1.800 euros brutos mensuales sin contar las guardias, en Alemania las cifras son considerablemente más altas.
Según convenios colectivos de hospitales como el Charité en Berlín, un médico asistente (Assistenzarzt) de primer año comienza con un salario base de 5.841 euros brutos al mes por una jornada de 42 horas semanales. Esta cifra no incluye los pluses por guardias, noches o festivos, que incrementan el total anual.
Salarios en Comparación
En España, con la suma de unas 80 horas de guardia mensuales, el salario bruto de un R1 puede alcanzar los 2.400-2.500 euros, según datos de sindicatos médicos. En contraste, el punto de partida en Alemania es casi el triple, lo que facilita la emancipación y la planificación financiera en ciudades con un alto coste de vida.
"Pasar de un potencial de 2.000 euros a casi 6.000 euros al mes de base es una diferencia abismal", explica Zafra. Este diferencial no solo impacta el poder adquisitivo, sino también la calidad de vida y el tiempo que se puede dedicar a la formación continua sin presiones económicas.
Un sistema de especialización más versátil
Más allá del aspecto económico, el modelo de formación médica alemán ofrece una flexibilidad que Zafra valora enormemente. En España, el sistema MIR es rígido; una vez elegida una especialidad y un hospital, cambiar de rumbo es un proceso complejo y limitado, que a menudo requiere volver a presentarse al examen.
En Alemania, la especialización se concibe como una relación laboral supervisada por las cámaras médicas regionales. No existe un examen nacional de acceso tipo test. Los médicos son contratados por los hospitales y van completando un programa formativo (logbook) a lo largo de varios años.
Movilidad y reconocimiento de la experiencia
Este sistema modular permite a los residentes cambiar de hospital si no están satisfechos con su entorno de trabajo o formación. La experiencia acumulada y las rotaciones realizadas se reconocen en el nuevo centro, manteniendo la progresión salarial y formativa. "Si un servicio no encaja, puedo buscar otro hospital sin perder mi camino ni tener que examinarme de nuevo", comenta Rafa.
Además, el sistema alemán facilita la combinación de especialidades. El objetivo de Zafra es especializarse en Anestesia y complementarlo con formación en UCI y Urgencias. En Alemania, esto es posible mediante periodos de formación reglados que se añaden a la especialidad principal, mientras que en España implicaría un camino más largo y complejo al ser especialidades separadas.
El Examen MIR vs. el Facharztprüfung
El MIR es un examen tipo test de 200 preguntas que determina una única clasificación nacional para elegir plaza. Por otro lado, el Facharztprüfung alemán es una prueba oral y clínica que se realiza al finalizar la residencia ante un tribunal de la Cámara de Médicos provincial. Evalúa la toma de decisiones, los procedimientos y el manejo de casos clínicos reales.
Críticas al modelo MIR y la preferencia por la evaluación práctica
La decisión de Rafa Zafra también refleja una crítica al modelo de acceso a la especialización en España. "No me convence que un test decida dónde pasaré los próximos cuatro o cinco años de mi vida", afirma. Considera que este método prioriza la capacidad de memorización para un examen de opción múltiple por encima de las habilidades clínicas y de comunicación.
"Estudiar para el examen final en Alemania me gusta más. Siento que me preparo para la medicina que voy a ejercer, no solo para superar una prueba teórica".
Este debate es recurrente entre los estudiantes de medicina y profesionales del sector. Mientras el Ministerio de Sanidad español defiende el MIR como un sistema que garantiza la equidad y la estandarización en el acceso, muchos jóvenes médicos sienten que no valora adecuadamente las competencias prácticas esenciales para el ejercicio de la medicina.
Los desafíos de la emigración y el proyecto personal
A pesar de las ventajas evidentes, el camino no está exento de dificultades. Rafa Zafra es consciente de los retos que implica ser inmigrante, como las barreras idiomáticas y sociales. Para ejercer en Alemania, es indispensable obtener la licencia (Approbation) y acreditar un nivel avanzado de alemán médico, un proceso que requiere esfuerzo y dedicación.
Coste de vida y balance final
Aunque su sueño siempre fue vivir en Berlín, Zafra ha analizado la situación de forma pragmática. El coste de vida en la capital alemana es entre un 10% y un 18% más alto que en Madrid, especialmente en lo que respecta al alquiler. Sin embargo, el salario base, que casi triplica al español, compensa con creces esta diferencia, resultando en un poder adquisitivo significativamente mayor.
"Ser inmigrante tiene barreras, pero el itinerario burocrático es claro", admite. Reconoce que especializarse fuera implica renunciar a la cercanía de la familia y amigos, además de enfrentarse a la incertidumbre inicial. No obstante, su conclusión es firme: "Prefiero esforzarme con el alemán ahora y ganar tiempo de vida y oportunidades profesionales después". Su consejo para otros médicos en su situación es analizar todas las variables y elegir el camino que mejor se adapte a sus objetivos personales y profesionales.


