Un grupo de especialistas en Medicina Preventiva y Salud Pública ha reafirmado la seguridad del paracetamol durante el embarazo, contradiciendo recientes comunicados de autoridades sanitarias de Estados Unidos que sugerían una posible relación con el autismo. Los expertos sostienen que no existe evidencia científica sólida que respalde dicha asociación y critican la generación de una alarma innecesaria entre la población.
Puntos Clave
- Expertos españoles defienden que el paracetamol sigue siendo el analgésico de elección durante el embarazo por su perfil de seguridad comprobado.
 - Señalan la falta de evidencia científica robusta para vincular el uso de paracetamol en la gestación con un mayor riesgo de autismo en el niño.
 - La controversia surge a raíz de un anuncio de autoridades sanitarias en EE. UU., cuya base científica es cuestionada por la comunidad médica.
 - La recomendación general sigue siendo utilizar cualquier medicamento durante el embarazo bajo supervisión médica y en la dosis más baja efectiva.
 
El origen de la controversia
La reciente preocupación sobre el uso de paracetamol durante la gestación se originó por un comunicado emitido por autoridades sanitarias en Estados Unidos. Dicho anuncio desaconsejaba su consumo durante el primer trimestre del embarazo y mencionaba una supuesta vinculación con los trastornos del espectro autista (TEA).
Esta declaración generó una rápida respuesta de la comunidad científica internacional, incluyendo a expertos del Science Media Centre (SMC) España. Los especialistas han calificado el anuncio como precipitado y carente del rigor científico necesario para modificar las guías clínicas actuales, que han respaldado el uso del paracetamol durante décadas.
¿Qué es el paracetamol?
El paracetamol, también conocido como acetaminofén, es uno de los analgésicos y antipiréticos más utilizados en el mundo. Se emplea para tratar el dolor leve a moderado y para reducir la fiebre. Durante el embarazo, es frecuentemente el fármaco de primera elección para estas indicaciones debido a su extenso historial de uso y su perfil de seguridad favorable en comparación con otras alternativas como los antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
La postura de la comunidad científica española
Especialistas en Salud Pública y Medicina Preventiva en España han sido claros al respecto: no hay motivos para cambiar las recomendaciones actuales. Sostienen que los estudios que sugieren una posible asociación entre el paracetamol y el autismo presentan importantes limitaciones metodológicas.
Estos estudios, en su mayoría observacionales, no pueden establecer una relación de causa y efecto. Es decir, aunque encuentren una correlación estadística, no pueden demostrar que el paracetamol sea la causa directa del aumento del riesgo de TEA. Existen numerosos factores de confusión que podrían explicar la asociación.
"No hay evidencias sólidas que vinculen el paracetamol en el embarazo con el riesgo de autismo en el futuro hijo. Los estudios existentes son inconsistentes y no permiten establecer una causalidad", afirman fuentes del SMC España.
Factores de confusión en los estudios
Los expertos señalan que las razones por las que una mujer embarazada toma paracetamol podrían ser, en sí mismas, factores de riesgo. Por ejemplo, una infección con fiebre alta durante el embarazo ya ha sido asociada en algunas investigaciones con un mayor riesgo de problemas en el neurodesarrollo del bebé. En estos casos, el paracetamol no sería la causa, sino un indicador de la presencia de otra condición subyacente.
Un fármaco de uso extendido
Se estima que más del 50% de las mujeres embarazadas en países occidentales utilizan paracetamol en algún momento de la gestación para tratar dolencias comunes como dolores de cabeza, fiebre o dolores musculares. Su perfil de seguridad lo ha convertido en el analgésico de referencia recomendado por la mayoría de las agencias sanitarias globales.
Análisis de la evidencia científica disponible
La comunidad científica basa sus recomendaciones en la totalidad de la evidencia disponible, no en estudios aislados. Los metaanálisis y revisiones sistemáticas sobre el tema no han logrado confirmar una relación causal entre el uso de paracetamol y el autismo.
Los estudios observacionales, que son los que han generado la polémica, a menudo se basan en el recuerdo de las madres sobre el consumo del fármaco, lo que introduce un sesgo de memoria. Además, rara vez controlan adecuadamente todas las variables posibles, como la genética, el estilo de vida, la exposición a otros factores ambientales o la condición médica que motivó el uso del analgésico.
Por otro lado, la propuesta de utilizar leucovorina para el tratamiento del autismo, mencionada en el mismo comunicado de las autoridades estadounidenses, también ha sido criticada por la falta de respaldo científico sólido que justifique su recomendación a nivel de salud pública.
Recomendaciones para las mujeres embarazadas
Ante la confusión generada, los profesionales de la salud insisten en un mensaje de tranquilidad y prudencia. Las recomendaciones para las mujeres embarazadas no han cambiado y se basan en principios de seguridad farmacológica bien establecidos.
Los médicos aconsejan seguir las siguientes pautas:
- Consultar siempre a un profesional: Antes de tomar cualquier medicamento durante el embarazo, incluido el paracetamol, es fundamental hablar con un médico o farmacéutico.
 - Usar solo cuando sea necesario: El paracetamol debe utilizarse únicamente cuando haya una indicación clara, como dolor o fiebre que no ceden con otras medidas.
 - La dosis mínima eficaz: Se debe emplear la dosis más baja que sea efectiva para controlar los síntomas.
 - Durante el menor tiempo posible: El tratamiento debe ser lo más corto posible.
 
Lo más importante es no automedicarse y seguir siempre las indicaciones del profesional sanitario que supervisa el embarazo. Dejar de tratar una fiebre alta o un dolor intenso puede suponer un riesgo mayor para la madre y el feto que el uso adecuado y supervisado del paracetamol.



