La vacuna BCG, o bacilo de Calmette-Guérin, es conocida por dejar una pequeña cicatriz en el brazo. Esta vacuna protege contra la tuberculosis y es parte de los programas de inmunización en muchos países, incluyendo El Salvador y otras naciones latinoamericanas. Sin embargo, su aplicación no es rutinaria en Estados Unidos, generando preguntas sobre las razones detrás de esta diferencia global.
Esta vacuna es objeto de memes en redes sociales, donde se la denomina la "marca de Latinoamérica". A pesar de su asociación popular con esta región, la BCG se utiliza en diversas partes del mundo, no solo en América Latina.
Puntos Clave
- La vacuna BCG protege contra la tuberculosis.
- Deja una cicatriz en el sitio de aplicación.
- Es parte del esquema de vacunación en muchos países, pero no en EE. UU.
- Su uso se prioriza en regiones con alta incidencia de tuberculosis.
¿Qué es la Vacuna BCG?
La BCG es una vacuna viva que se elabora a partir de una bacteria modificada. Contiene microbios atenuados que no causan la enfermedad, pero sí inducen una respuesta inmunológica de defensa en el organismo. Su nombre proviene de los científicos Albert Calmette y Camille Guérin, quienes la desarrollaron.
La vacuna está diseñada para estimular el sistema inmunitario. De esta forma, el cuerpo aprende a reconocer y combatir el bacilo Mycobacterium tuberculosis, el agente causante de la tuberculosis.
Dato Interesante
La vacuna BCG fue utilizada por primera vez para inmunizar a humanos en 1921 en París, lo que la convierte en una de las vacunas más antiguas en uso actualmente.
Razones de su No Aplicación Generalizada en EE. UU.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos confirman que la vacuna BCG no se usa de forma generalizada en el país. Esta decisión se basa en la baja prevalencia de la tuberculosis en naciones industrializadas.
En contraste, la BCG forma parte del esquema de vacunación básico en 155 países, lo que representa aproximadamente el 80% de la cobertura global. Esto incluye la mayoría de los países latinoamericanos, así como naciones en Europa, Asia y África.
Según los CDC, la vacuna BCG "se administra a los bebés y niños pequeños en los países donde la tuberculosis es común" y protege "contra las formas graves de la enfermedad de tuberculosis activa, como la tuberculosis meníngea".
En Estados Unidos, la administración de la vacuna BCG solo se considera para personas que cumplen criterios muy específicos y siempre bajo la consulta de un experto en tuberculosis. Esto se debe a que la estrategia preferida en países con baja incidencia es la vacunación de grupos de alto riesgo definidos, en lugar de una vacunación masiva.
Contexto Global de la Tuberculosis
La Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que la tuberculosis ha existido por miles de años y es endémica en la mayoría de los países de bajos ingresos. La mayoría de los nuevos casos y fallecimientos ocurren en países en desarrollo, donde el contagio es frecuente en la infancia.
Cobertura Global de la Vacuna BCG
Los datos de los CDC muestran una alta cobertura de la vacuna BCG a nivel mundial. La cobertura es del 87% en América, 80% en África, 93% en Europa, 90% en el Mediterráneo Oriental, 91% en el Sudeste Asiático y 92% en el Pacífico Occidental.
Estas cifras demuestran que la vacuna es un componente esencial de la salud pública en la mayoría de las regiones del mundo, especialmente donde la carga de morbilidad por tuberculosis es elevada.
La Tuberculosis: Una Enfermedad Persistente
La tuberculosis es causada por el bacilo Mycobacterium tuberculosis. Se transmite al entrar en contacto con personas enfermas que diseminan el microbio a través de la tos. El periodo de incubación, desde la infección hasta la positividad tuberculínica, es de 2 a 10 semanas. El desarrollo de la enfermedad puede tardar meses o años.
El Centro Nacional de Información Biotecnológica de EE. UU. (NCBI) estima que una cuarta parte de la población mundial está infectada con Mycobacterium tuberculosis. Es considerada la principal causa infecciosa de muerte a nivel global.
- No todas las personas expuestas desarrollan la enfermedad.
- Los niños tienen mayor riesgo de desarrollar la enfermedad y de presentar formas graves.
Aplicación de la Vacuna BCG en El Salvador
En El Salvador, la aplicación de la vacuna BCG sigue las recomendaciones de la OMS. Se administra una dosis única (de 0.5 ml a 1 ml) a los recién nacidos que pesan al menos 2.5 kilogramos. La vía de administración es intradérmica, específicamente en el tercio superior externo de la región deltoidea izquierda.
Se utiliza una jeringa de 1 cc con aguja calibre 26 G de 3/8 pulgadas para su aplicación. Esta práctica asegura que la vacuna se administre correctamente para obtener la respuesta inmunológica deseada.
Contraindicaciones
La vacuna está contraindicada en recién nacidos con peso inferior a 2.5 kilogramos y en pacientes con inmunodeficiencia, como aquellos con leucemia, tumores malignos o SIDA, de acuerdo con las directrices de la OMS.
La Cicatriz Característica de la BCG
La administración intradérmica de la vacuna BCG casi siempre provoca reacciones locales menores. Estas incluyen enrojecimiento (eritema), endurecimiento (esclerosis) y dolor al tocar la zona. Frecuentemente, estas reacciones son seguidas por la formación de una pequeña úlcera en el sitio de la inyección.
La intensidad de estas reacciones varía. Depende de la edad del vacunado, su estado inmunitario, la habilidad del personal que aplica la vacuna, la cepa utilizada y la dosis administrada.
Después de unos meses, esta reacción local evoluciona a una pequeña cicatriz. La presencia de esta cicatriz típica se usa como un indicador de que la persona ha recibido la vacunación antituberculosa. Sin embargo, la OMS aclara que no es un indicador de inmunidad contra la tuberculosis.
En países con alta carga de morbilidad, se recomienda vacunar a los niños que no presenten esta cicatriz característica.
Eficacia y Controversia de la BCG
A pesar de ser una de las vacunas más antiguas, la BCG sigue siendo tema de debate debido a datos contradictorios sobre su eficacia protectora. Los CDC indican que una persona puede contraer tuberculosis incluso después de haber recibido la vacuna, ya que esta no siempre protege completamente y su efecto disminuye con el tiempo.
La OMS señala que la duración de la protección neonatal no se conoce con exactitud. Se estima que disminuye gradualmente hasta niveles no significativos después de 10 a 20 años.
Se ha documentado un efecto protector en niños contra la meningitis tuberculosa y la tuberculosis diseminada. No obstante, la vacuna no previene la infección primaria. Más importante aún, no evita la reactivación de la infección pulmonar latente, que es la principal fuente de propagación del bacilo en la comunidad.
Por lo tanto, el efecto de las vacunas BCG en la transmisión de M. tuberculosis es limitado. La búsqueda de una vacuna más eficaz sigue siendo un desafío para la comunidad científica.
La OMS "continúa recomendando la administración de una única dosis del BCG a los recién nacidos (o lo antes que sea posible tras el nacimiento) en países con prevalencia alta de tuberculosis" a pesar de sus deficiencias.
Hasta que se desarrolle una vacuna contra la tuberculosis mejorada, la estrategia global para combatir su propagación se basa en el diagnóstico temprano, el tratamiento con observación directa, el tratamiento preventivo adecuado y medidas de salud pública y control de infecciones.
Otras Protecciones Ofrecidas por la BCG
Además de su función principal contra la tuberculosis, la vacuna BCG también ofrece protección contra otras enfermedades. Entre ellas se encuentran la lepra y la úlcera de Buruli. Incluso se utiliza en tratamientos para el cáncer de vejiga.
La OMS aclara que, aunque se ha comprobado su eficacia en el control de estas enfermedades, su uso principal y objetivo primario no es este. Su aplicación se centra en la prevención de la tuberculosis.



